¿Y VOS QUÉ OPINÁS?

Nuevas formas de alimentación: Vegetarianismo y veganismo
 Las nuevas formas de alimentación son cada vez más populares entre jóvenes y adultos, por ello decidimos realizar una encuesta a alumnos del colegio para saber qué opinan al respecto.
De los estudiantes encuestados, sólo un 10% es vegetariano, y un 5% es vegano. El resto, si bien no sigue ninguna de estas dietas, a un 63% le gustaría intentarlo, frente a un 22% que nunca elegiría ninguno de estos estilos. Dentro de ese 63% la mayoría opina que le gustaría volverse vegetariano antes que vegano, ya sea por facilidad o por falta de información sobre dietas veganas  o productos especiales. Por otro lado, no todos coinciden en las razones más considerables para comenzar con un nuevo régimen de alimentación. Algunos consideran que es por la protección a los animales y otros simplemente por gusto. Esta diferencia de pensamiento se debe, en un principio, a que un grupo afirma que se ejerce violencia al consumir animales, y otro, cree que comer carnes es completamente necesario. De todas formas, todos coinciden en que hay falta de información sobre el tema y les gustaría saber más. Por lo tanto, a continuación, un ensayo argumentativo sobre veganismo realizado por integrante de “Somos 27” que lo practica:  


El veganismo es una posición ética basada en el respeto hacia los animales, se rechaza cualquier tipo de explotación hacia ellos. El término fue creado en 1944 por Donal Watson, es una abreviación de Vegetarian y nació con el objetivo de diferenciar a aquellas personas que no elegían consumir lácteos ni huevos.
 Uno de los conceptos más importantes para hablar de este tema es el especismo y se define como la discriminación de un individuo en función a su especie. En la sociedad podemos ver cómo muchas personas ponen sus intereses por encima de los derechos animales. Esto no tiene que ver exclusivamente con la alimentación, sino que se puede evidenciar de distintas formas: la visita a zoológicos o parques acuáticos, la demanda de fibras animales como lo son la lana o el cuero, el apoyo a marcas que no sean libres de crueldad, etc. El especismo no es más que otra forma de antropocentrismo (concepción filosófica que considera al ser humano como centro de todas las cosas y el fin absoluto de la creación). Aunque cabe aclarar que este, la mayoría de las veces no es absoluto, sino que está relacionado con la ubicación demográfica, la cultura y la religión en la cual nos desarrollamos. Por ejemplo, según la creencia hinduista la vaca es un animal sagrado. Si hablamos de cultura, en China, parte de la sociedad apoya el festival de la carne de perro de Yulin, que existe para celebrar el solsticio de verano. Dependiendo de dónde estemos, los derechos de los animales van a ser más o menos vulnerados dependiendo de su especie.
 Siguiendo con el tema principal, últimamente he escuchado a muchas personas veganas definir al veganismo como una responsabilidad social, y para entender el porqué de este concepto, es necesario explicar el papel que cumple la ganadería en la salud ambiental. El consumo de productos derivados de animales ha aumentado considerablemente con la industrialización y la globalización, produciendo un incremento de explotación de tierra, ya sea para ganado o para la alimentación de este, que a largo plazo genera una situación insostenible. Actualmente, se estima que el consumo de carne y lácteos se duplicará para el 2050 si se sigue a este ritmo.
 Muchos de los temas que nos preocupan hoy en día, como la disponibilidad de agua dulce, la deforestación, la contaminación atmosférica y la desaparición de especies tienen como una de sus principales causas la industria ganadera de forma directa o indirecta. Uno de los ejemplos más evidentes es el monocultivo de soja en la selva amazónica que, casi en su totalidad,se exporta y es utilizado para alimentar al ganado.
 Por un lado, la actividad humana que más agua utiliza en el mundo es la agricultura destinada a la alimentación de ganado, alrededor del 70% de los alimentos cultivados son destinados a esta industria, esto también produce la deforestación innecesaria de tierras, que a su vez también causa la destrucción de flora en el ecosistema y la extinción de miles de especies animales por año. Los bosques tropicales albergan a casi la mitad de las especies existentes en el mundo y se están deforestando alrededor de 17 millones de hectáreas por año de la cual gran parte se utiliza para la ganadería.
 “Se estima que 163 especies distintas de animales, insectos y vegetales desaparecen de la faz de la tierra cada 24 horas. Hay animales que ya nunca conoceremos, insectos cuya diminuta labor ya nadie realizará, vegetales con propiedades curativas que ya nadie descubrirá y disfrutará. El equilibrio ecológico mundial está en peligro. La biodiversidad del planeta está siendo dañada, y la cría de animales para la industria ganadera es la mayor responsable de esta catástrofe.”
 Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), si se considera la industria ganadera en su conjunto -bovina, ovina, caprina, porcina, avícola- a nivel mundial responde por el 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero, es decir, un porcentaje mayor que el del sector de transporte. Si hablamos de agua se gasta una gran cantidad en la ganadería, incluyendo el cultivo para la alimentación del ganado y el agua que este consume, se calcula que por kilo de carne pollo se utilizan alrededor de 4.000 litros, de cerdo 6.000 litros y de vaca 15.000 litros. La disponibilidad de agua dulce es un tema que nos preocupa, pero la mayoría ignora el gasto que se produce solamente para satisfacer gustos.
 En el documental Cowspiracy se habla sobre estos impactos y se dice: “La ganadería contribuye a la extinción de especies en muchas maneras. Además de la destrucción de su hábitat monumental causada por la tala de bosques y la conversión de tierras para cultivar cosechas de alimentación y para el pastoreo de animales, los depredadores y la “competencia” entre especies con frecuencia son el blanco de la caza debido a que se consideran una amenaza para el ganado. La sobreexplotación de las especies silvestres a través de la pesca comercial, el comercio de carne de caza, así como el impacto de la agricultura animal acentúan el cambio climático, y todo ello contribuye al agotamiento mundial de las especies y los recursos.”
Pero ahora, si bien ya podemos tener una idea general del impacto ambiental de la industria ganadera, ¿es saludable llevar una dieta vegetariana estricta? Muchos de los argumentos en contra del veganismo están relacionados a la nutrición, el hierro, la calidad biológica de las proteínas, la vitamina B12, el calcio, etc. Sin embargo, cabe destacar que la OMS (Organización Mundial de la Salud), la Sociedad Argentina de Nutrición, entre otra gran cantidad de asociaciones han aprobado los distintos tipos de dietas vegetarianas y veganas en cualquier etapa de la vida humana, haciendo hincapié en la necesidad de que estas deben estar bien planificadas y guiadas por un profesional.
 Con respecto al hierro, existen dos tipos, el hierro hemo (animal) y no hemo (vegetal) y, si bien es verdad que este último se absorbe en menor cantidad por sí solo, se ha demostrado que acompañado con un consumo diario de vitamina C (naranja, limón, frutilla, etc.) el porcentaje absorbente es casi similar en comparación. Si hablamos de proteínas se han hecho estudios que demuestran que las dietas omnívoras, por lo general, tienen un exceso de estas, que es desechado de forma natural, es decir, la mayoría de las personas realmente no se preocupan por solo comer la cantidad necesaria y usan el argumento de las proteínas para seguir consumiendo carnes y derivados de forma despreocupada. En relación con las proteínas vegetales, con una correcta combinación de cereales y legumbres es posible llegar a las necesidades diarias de aminoácidos esenciales. Referente a la B12, lo primero que hay que decir es que existe la creencia que esta vitamina es de origen animal, cuando realmente es de origen bacteriano. Antes los animales la consumían naturalmente a través del pasto, actualmente por la explotación de tierras y el uso de químicos en el suelo la B12 se encuentra en forma escaza o inactiva produciendo que el alimento del ganado deba ser fortificado es por esto que la mayoría de las personas, directa o indirectamente consumimos esta vitamina a través de suplementos, es decir, aquellos que se alimentan de carne la incorporan al cuerpo por el alimento fortificado, y las personas veganas y vegetarianas la incorporamos con suplementación directa o alimentos fortificados.
 Hablar del calcio proveniente de los lácteos es un tema aparte, está el típico argumento de “pero no matan a la vaca para ordeñarla”.  Si lo pensamos de forma lógica, las vacas dan leche ya que pasaron por un embarazo y esta se produce por la lactancia materna por la cual pasan todos los mamíferos hembra luego de dar a luz. Los humanos somos los únicos que consumimos leche materna de otra especie, ningún mamífero la necesita luego del periodo de lactancia y nosotros no somos la excepción. Cabe destacar que la leche de vaca no se parece, en términos nutricionales, a la leche materna humana. Además, según estudios de Harvard, alrededor del 70% de la población mundial tiene intolerancia a la lactosa y esto se da debido a que entre los dos y cuatro años nuestro cuerpo empieza a perder el poder de la enzima lactasa. La nutricionista vegana mexicana, Raquel Pérez de León en una entrevista dijo al respecto: “La intolerancia entonces, no es una enfermedad, sino un estado fisiológico normal.”
 Ya teniendo en claro que el veganismo es saludable y lo ilógico que, para mí, es el consumo de lácteos, una de las creencias que se tiene es que llevar este tipo de alimentación es costoso. Se alude a los precios de imitaciones de productos animales que, en comparación, cuestan más que los productos omnívoros. Y sí, si una persona espera nutrirse solamente de alimentos procesados veganos, además de resultarle excesivamente caro lo más probable es que caiga en una deficiencia. No es necesaria la incorporación de embutidos, existen para “darse un gusto” o, en muchos casos, para ayudar a las personas a dejar estas comidas. Los nutrientes que necesitamos se consiguen con una correcta cantidad diaria de legumbres, cereales, verduras, frutas y frutos secos, que, en comparación con el precio actual de las carnes muchos son más económicos, por ejemplo, un kilo de legumbres cuesta entre $30 y $50 pesos y mientras que un kilo de carne ronda entre los $100 y $170 pesos. Si nos referimos a frutas y verduras, son necesarias en cualquier tipo de alimentación, y el gasto que se realiza no varía de forma significativa.
 En esta sociedad especista lo que está ocurriendo con los animales no tiene otra forma de ser llamado que explotación, el hecho de vivir en Argentina y que la cultura y las tradiciones estén tan arraigadas a la forma de comer dificulta más, para muchas personas, el poder desnaturalizar el sufrimiento innecesario de los animales. Si lo pensamos de forma lógica ¿qué sentido tiene que existan los zoológicos y sitios similares?, si te consideras una persona ecologista ¿no sería coherente ser vegano por el impacto ambiental de la industria ganadera?, si justificás el consumo por una supuesta necesidad ¿alguna vez te detuviste a mirar los ingredientes de lo que ingerís? ¿Comés solo “lo que necesitás”? ¿O tus argumentos solo sirven para poder aumentar la despreocupación al momento de comer? Muchos de los alimentos que se consumen tienen leche, queso y grasa animal, por ejemplo, galletitas dulces o saladas, papás fritas, pan dulce, etc., y creo que todos estamos de acuerdo con que estas comidas no son imprescindibles. La necesidad con la que se justifica son solo gustos personales producidos por la cultura en la que nos desarrollamos.
 El veganismo es una cuestión de responsabilidad social, de ética, es ir en contra de las injusticias cometidas en los mataderos, es la decisión de no financiar una industria basada en sufrimiento, es una respuesta hacia los problemas ambientales actuales y el desperdicio de recursos naturales. Pero, por sobre todo, el veganismo se basa en el sentimiento de respeto y empatía hacia todos aquellos animales que diariamente son abusados, degollados, separados de sus madres, a los que descartan y tiran a un triturador por no considerarlos útiles, como si fueran objetos y no seres sintientes, a aquellos a quienes prohíben el consumo de la leche que les corresponde, a los que esquilan, a los que no están en su habitad natural, a los que matan por diversión, a los que son utilizados para experimentos. El veganismo existe por todos ellos.
 Debo decir que empezó a interesarme este tema a fines del año pasado gracias a una amiga vegana y hace ocho meses dejé todo producto que viniera de animales. En lo personal, no me resulto difícil luego de todo lo que había visto y leído, simplemente, tardé un par de semanas en cambiar por completo mi alimentación. Considero que todos tenemos nuestro tiempo para entender lo que financiamos solo con ir a McDonald's o comprarnos maquillaje que fue testeado. Las industrias basadas en explotación animal nos muestran imágenes de animales en grandes terrenos y vacas felices en cajas de leches. Quieren que ignoremos todo lo que ocurre detrás. Pero cada vez somos más las personas que nos informamos y realizamos cambios en nuestros hábitos diarios. No pretendo que todos los que lean este texto se vuelvan veganos, pero sí que reflexionen sobre el tema.
[1]https://veganismo.org/motivos/medioambientales/especies-extinguidas/

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